¿El calor te pasa factura? Pautas para no bajar tu motivación en verano

Algunos triatletas han planificado la temporada para finalizar en Julio y así hacer coincidir sus vacaciones o la época de más calor, con un entrenamiento menos exigente, o incluso un parón deportivo. Muchos de estos se plantearán algunos triatlones más adelante que ya no serán objetivos importantes, u otros ya cerrarán la temporada triatlética completamente e iniciarán tras el parón sus entrenos de base o priorizando otros deportes

A otros todavía les quedan objetivos importantes entre agosto y octubre. Tras una temporada larga, sobretodo si iniciaron la competición desde los duatlones, han participado en muchas carreras o lo han hecho con mucha exigencia, y con las altas temperaturas, necesitarán más que nunca tirar de su motivación básica, que deberán cuidar y mantener fuerte. La importancia de esta motivación ya pudimos verla en artículos previos, pero aquí explicaré cómo trabajarla un poco más.

La motivación básica es el verdadero motivo por el que practicamos triatlón, la que nos hace estar comprometidos con cada entreno, con el estilo de vida que deberemos llevar para conseguir lo que queremos. Sentirnos muy motivados por razones externas como “hago triatlón porque mi pareja hace” “lo hago para demostrar que…” “lo hago porque me dan…” puede hacer que cuando alguna de estas cosas cae, también caigan nuestras ganas entrenar. Sufrir en los entrenos para ¿qué? ¿Madrugar? ¿Comerme 1000 codazos? ¿Gastarme el dinero en fisios porque cada dos por tres me duele algo?

Una motivación fuerte y estable será aquella que tenga un verdadero significado para nuestra persona. Pero no solo basta con esto. Como en el amor, tenemos que irla mimando día a día, para que la balanza se incline siempre un poco más hacia lo que nos compensa de entrenar y competir a pesar de las dificultades y el cansancio.

 
Cómo cuidar tu motivación

Revisa si lo que quieres conseguir es ambicioso pero viable, si tienes apoyos o te encontrarás muchas dificultades a tu alrededor. Tener confianza en que puedes hacerlo ayudará a mantener tu confianza.
El «coste a pagar». Saber dónde estás y qué implica lo que quieres conseguir, será un punto clave. ¿Eres responsable de tus decisiones?
Busca objetivos día a día centrados en ti, en tu mejora, en tus sensaciones, que hagan que cada entreno resulte al final exitoso y gratificante.
Las expectativas juegan un papel fundamental en cómo vives cada entreno y cada resultado. Por ello conocerte bien y marcarte bien los objetivos será tan importante.
Recompensas: prémiate por cada objetivo cumplido. Complementa con algunas motivaciones externas, pequeños premios más o menos simbólicos que hagan atractivo conseguir cada paso.
¡Actitud positiva! Seguramente nadie te está obligando a hacer nada, así que vívelo como una elección. Estás haciendo lo que quieres para lo que quieres
Piensa en el para qué lo haces. Qué te ha llevado a empezar y lo que quieres obtener al final. ¿Qué necesidades estás cubriendo con el triatlón y/o con la prueba objetivo en particular ?¿Cuáles serán las consecuencias (sobretodo las emocionales) de no cumplir con lo que querías por no haber hecho lo que tenías que hacer?